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12-01-2016


Ignacio Fernández y Damián Zalcman son, además de los líberos de Ciudad Vóley, en un ciento por ciento de amor a la camiseta y de la familia de Muni, club donde jugaron toda su vida.

A Nacho Fernández, de 21 años, sus padres lo hicieron socio de Ciudad a los dos días de haber nacido. Su mamá, María Martha, es ex jugadora de Muni y planillera en los partidos de todas las categorías. “Si fuera por mí, seguiría jugando acá toda la vida”, asegura.

Con Damián Zalcman, de 18, pasa algo parecido. “Ciudad es como mi segunda casa. Desde que empecé en la escuelita supe que el club me iba a dar grandes amigos y alegrías y así fue. Siempre me sentí muy feliz de haber elegido a Muni como el lugar donde pasaría horas y horas entrenando o jugando”, explica el segundo líbero del equipo de Liga A1 e hijo de Roberto Zalcman, responsable del vóley masculino de Ciudad.

Ciudad viene de dos victorias sobre Pilar en los encuentros interpareja (3-1 y 3-0) y comparte el tercer lugar de la Liga con Lomas, detrás del líder UPCN San Juan y el escolta Bolívar. Ahora se vienen Alianza Jesús María y Puerto San Martín, que vienen abajo, de locales en Morón.

“El equipo esta bárbaro. Se nota mucho el hambre de ganar que tenemos y eso es muy importante. Particularmente yo pienso que este equipo tiene una química especial. La relación de todos los jugadores entre sí y también con el cuerpo técnico es genial y eso tiene mucho que ver con este momento”, analiza Nacho Fernández.

Para Zalcman, quien con el equipo Sub 18 ganó en 2015 la triple corona (Abierto, Copa Argentina y Metropolitano de esa categoría) y también los playoffs de la Primera, en el plantel de la máxima categoría saben que “si bien somos jóvenes, todos podemos estar dentro de la cancha y jugarles de igual a igual a todos los equipos de la Liga. Hay muchas ganas de pelear arriba y la mayoría estuvo en procesos de selección que también ayudan a que el grupo mejore día a día”.

Fernández, que en 2015 ganó la medalla de bronce con la selección en los Juegos Olímpicos Universitarios en Corea y también jugó el Mundial Sub 23 en Dubai, se consolidó como líbero en el principal equipo de Ciudad, que dirige Hernán Ferraro.

Zalcman afirma que lo ve como un espejo. “Uno aspira a ser como Nachito. Siempre deja todo en la cancha y nunca le va a dar un punto al otro fácilmente. Es un gran defensor y receptor, pero sobre todo es un gran amigo”. “El líbero debe ser el jugador que no se calla nunca, que tira el equipo para adelante y que es el último jugador en darse por vencido en un partido”, considera Damián, admirador del brasileño Serginho en el puesto.

Para Fernández, el líbero tiene que mostrarles “confianza y seguridad” a los compañeros. “Damián viene mejorando mucho técnicamente en estos últimos años porque sabe escuchar y aprender”.

El entrenador Ferraro expresó que para Nacho Fernández es “su tercera Liga A1 en el club, más las dos de A2 en la que compartió el puesto con Lucho Massimino. Fue creciendo año tras año y esto, sumado a su participación por primera vez en la Selección argentina Sub 23 como titular, lo ha consolidado como uno de los mejores líberos del país”.

En el caso de Damián, el DT Ferraro comentó que “está haciendo sus primeras armas con la División superior, se afianza cada más en la recepción y necesita mejorar en defensa. Este es un año muy importante, ya que va a jugar en la División de Honor y también apostaremos fuerte a su crecimiento”.