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11-09-2016


Su calidad y categoría lo ubican entre los mejores opuestos del mundo. Más de 250 partidos, dos Mundiales y un Juego Olímpico lo han llevado a ser capitán y referente de la Selección de Australia. La contratación de Thomas Edgar ha sacudido el mercado de la Liga Argentina de Voleibol.

El jugador australiano de 2,12 metros, nacido hace 27 años en Bundaberg, comenzó su carrera en Queensland. En el 2008, firmó su primer contrato y se fue jugar al Linkoping VC de Suecia. Luego llegaría el momento de saltar a ligas más importantes, como la polaca e italiana (primero en la A2 y después el Sir Perugia). Tras tres años en Italia, emigró hacia Corea del Sur (LIG Insurance Greaters) y China (Beijing 2015-2016).

Hoy, se prepara para afrontar la temporada 2016-2017 de la Liga Argentina con Personal Bolívar y ser el primer australiano en jugar en Argentina. "Es un orgullo y una responsabilidad representar a mi país. Elegí jugar aquí porque me gusta mucho el vóley sudamericano, tanto el argentino como el brasileño ya que son más técnicos, algo muy diferente al que jugaba en Europa y Asia. Creo que aún puedo aprender e incorporarle varios fundamentos a mi juego", comentó Edgar.

- ¿Qué conocías acerca de Personal Bolívar?
- Que tiene una gran historia, ha ganado muchos títulos y que para esta temporada se armó un gran equipo para llevar al club a lo más alto. No sólo tengo la ilusión de ganar la Liga, sino también de poder competir de igual a igual con equipos brasileños y hacernos fuertes en el plano internacional. Sueño con un gran año.

- Hablando del contexto internacional, se confirmó hace unos días la wildcard para que Personal Bolívar dispute el próximo Mundial de Clubes. ¿Qué significa poder jugar esta competencia?
- Es una gran noticia poder jugar el Mundial de Clubes. Será un torneo muy exigente, ya que están los mejores, y buscaremos nuestra mejor forma para enfrentar a rivales de primer nivel.

- ¿Cómo viste al equipo en estos dos partidos con Lomas previos al viaje a Brasil?
- Estamos en plena etapa de preparación, son partidos de entrenamiento para poder desarrollar los sistemas de juego que pretende el entrenador. Todavía tenemos que ir conociéndonos y ajustando algunas cuestiones. En lo personal, me sentí muy a gusto. Los próximos partidos que tendremos en Río nos servirán mucho para seguir sumando ritmo y juego, pensando en llegar bien al arranque de las competencias, sobre todo el Mundial de Clubes.

- En Bolívar se recuerda mucho por su juego y porque fueron campeones a opuestos como Pezao y Wallace. Tu llegada genera mucha expectativa. ¿Qué va a aportarle Thomas Edgar a las Águilas?
- Soy un jugador simple, muy agresivo y tengo claro mi rol. Disfruto del buen juego colectivo, por eso considero que siempre lo más importante es el equipo. Mi filosofía es que día a día tengo que superarme. Vine a la Argentina porque todo es muy pasional y eso me sedujo. Realmente estoy motivado en esta etapa nueva de mi carrera.

- Venís de jugar en China, tenés otra cultura y será tu primera experiencia en Sudamérica. ¿Cómo va la adaptación a la ciudad?
- Muy bien. Estamos haciendo un gran trabajo de pretemporada. El grupo me ha recibido de manera fantástica y eso hace todo más fácil. Es una ciudad muy diferente de donde vengo (Beijing, China) pero es un lugar donde se respira vóley. Se nota que hay mucha pasión y que seguramente lo harán sentir en los partidos.

- ¿Qué mensaje le das a los hinchas que vuelven a soñar con que este sea el año?
- Que hay un muy buen equipo. Estoy entusiasmado y con mucha ilusión para todo lo que viene. Nuestros hinchas son muy temperamentales, muy fanáticos y trataré de demostrar lo mismo que ellos en cada jugada. Buscaremos fortalecernos día a día y darles muchas alegrías. Vi por video las finales del año pasado (de la Liga Argentina), me han contado de la rivalidad que hay con UPCN y me dan ganas de jugar esos partidos; aquí se vive el vóley de otra manera. Serán lindos enfrentamientos.

- ¿Cómo asimilaste no haber podido estar con tu Selección en los Juegos Olímpicos de Río?
- Fue una decepción muy grande no ir a los Juegos. Más allá de no haber llegado al ciento por ciento físicamente (jugó lesionado), no conseguimos lo que queríamos. Australia atraviesa un periodo difícil, una etapa de transición en la que hay que apostar en los próximos años a los jóvenes para revertir este momento y volver al alto nivel.