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20-09-2016


Obras UDAP Vóley ya tiene a otro de sus jugadores símbolo trabajando: Matías Sánchez. Después de estar en la Selección Argentina Sub 23 que ganó la Copa Panamericana en México, el armador se incorporó este lunes a los entrenamientos de Obras, sumándose al resto de sus compañeros.

Obras lo vio nacer, crecer y formarse como jugador. Con sólo 19 años, deslumbra con su calidad en el campo de juego, y pareciera que no está lejos de ser fija para la Selección mayor, en un futuro no muy lejano. Ahora, aterrizó en el Aldo Cantoni después de una temporada con la albiceleste repleta de exigencias y emociones, en la que viene de ganar la Copa Sub 23 y salir segundo en el Sudamericano de la misma categoría, más la chance de sumar presencia y rodaje con el equipo mayor.

Lejos de mostrar cansancio por todo lo jugado, Sánchez tiene puesta la mira en comenzar a fondo con el trabajo personal y colectivo. Consciente de que el equipo debe mantener o mejorar lo hecho la temporada anterior, no se acobarda ante el reto: “Tenemos un gran plantel, con jugadores de jerarquía a nivel mundial, y vamos a pelear la Liga mano a mano con los mejores.”

Personalmente, busca cubrir las expectativas que el cuerpo técnico y el club tienen hacia él. “Estoy en el lugar que deseo, con la doble satisfacción de poder jugar en el club que quiero y además hacerlo junto a mi papá y a mi hermano”, sonríe Matías. Es que le tocará ser dirigido por su papá, Rodolfo “Yeyo” Sánchez, y compartir plantel una vez más con su hermano Nicolás, algo que según él lo fortalece.

Portador de un enorme carisma y con la humildad de los grandes, el menor del clan Sánchez comienza una nueva temporada, con la ilusión de triunfar en el club que tanto lo admira y por el cual él tiene el mismo sentimiento. “Vamos por todo”, es la frase que suena constantemente en él, lo mismo que todos en Obras desean.