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08-06-2018


Monteros Vóley se consagró este miércoles campeón del Torneo Iniciación tucumano, una de las dos competencias que se juegan a nivel provincial por año, título que marca la continuidad del proyecto que lo introdujo en la elite de la Liga Argentina. Jugadores como Germán Figueroa y Franco López, que permanecen de un torneo a otro, pintan el presente del Naranja.

Figueroa, de origen cordobés, ya es un monterizo más, desde que se instaló en la ciudad en 2014 e integró el equipo desde sus orígenes: primero aquel clasificatorio para la Liga A2 en Paraná años atrás, luego el título en el certamen de ascenso y, en forma más reciente, la inolvidable temporada de Monteros en la Liga Argentina. “Es tanto tiempo representando a la institución y la ciudad que me siento uno más. Este título es el fruto de mucho sacrificio, mucho esfuerzo y de la confianza que la gente de acá ha puesto en nosotros, que es un plus que nos lleva a entrenar y buscar mejorar siempre”, admite.

Parecería que López va por el mismo camino. El líbero oriundo de Machagai explica por qué eligió quedarse en el club para la agenda local: “Sabía que con Marcos Blanco (asistente de Alejandro Grossi en la Liga y DT para los torneos tucumanos) íbamos a seguir entrenando de la misma manera y con un plantel similar. Estoy muy contento con el club y con el grupo; la ciudad entera me recibió muy bien desde que llegué. Eso hace que tenga muchas ganas de seguir trabajando y creciendo para que Monteros también lo haga.”

El del Torneo Iniciación fue el segundo título para López, tras el logrado en el Torneo Anual (la otra competencia provincial) en 2017. El equipo se consagró sin perder un set de principio a fin y hay un dato extra que hace más especial la campaña: el certamen se llama Irma Tita de Arquez, en honor a una mujer muy importante para el vóley tucumano en lo dirigencial y que fue también la fundadora de Monteros Vóley. “El año pasado, el club había perdido este torneo contra Tucumán de Gimnasia, entonces teníamos las ganas y la ilusión de una revancha. Lo hicimos muy bien y en parte fue también porque desde que terminó la Liga seguimos trabajando igual de bien”, destaca el chaqueño.

“A los diez días del último partido en la Copa Argentina, estábamos entrenando de nuevo pensando en lo que venía”, ratifica Figueroa. Si bien esa competición fue el cierre de la temporada de Liga de Monteros, el broche de oro fue la serie de cuartos de final ante Bolívar, en ese entonces campeón reinante. Entre risas, recuerda el central: “Nunca me imaginé algo así ante jugadores que veía por la tele. Había jugado dos Ligas antes, pero como suplente, nunca como titular y menos ante un equipo de figuras internacionales como Bolívar. Y le pudimos jugar de igual a igual. Nos ganaron, pero esos momentos en que estuvimos ahí son nuestra motivación para seguir mejorando.”

Monteros está entonces en el camino correcto con esos pasos de crecimiento, palabra que sus dos jugadores mencionan cada vez que hay oportunidad y que aparece una vez más para mostrar que la evolución no se da sólo en el primer equipo, sino que es integral. Lo sintetiza Figueroa: “Desde el 2013 también han crecido las divisiones inferiores. Hay chicos que en aquella época eran de ahí y hoy son compañeros nuestros, que se iniciaron en Monteros y han podido formarse hasta estar en un plantel de Liga.”