El recibimiento al plantel de UPCN San Juan Voley, que en Brasil subió al podio en el Mundial de Clubes, fue emocionante y desató la locura de los sanjuaninos en el festejo por la histórica medalla de bronce. La caravana comenzó en Santa Lucía y los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, encabezados por Pepe Villa, fueron invitados a subirse a un autobomba.

Y todos juntos, cantando y saltando sobre el techo del vehículo, avanzaron hasta el microcentro sanjuanino, escoltados por numerosos autos a bocinazo limpio. En la plaza 25 de Mayo dieron dos vueltas y desde Ignacio de la Roza siguieron la marcha hacia el estadio Aldo Cantoni. La gente salió a la calle para saludar a los medallistas mundiales, mientras que más vehículos se sumaron al festejo.

Parte de la “Banda del Gremio” fue en la caja de una camioneta y otros alentaron desde una combi, con sus tradicionales instrumentos de música cuyos cantos ya tienen estilo propio. También acompañó el Cóndorbus, el colectivo del equipo que sabe de transitar las rutas argentinas trasladando al plantel, en una hilera interminable y llena de alegría.

El punto final fue el estadio Aldo Cantoni; allí esperaban otros simpatizantes y familiares de los jugadores, para por fin abrazarlos y festejar con más saltos y cantos.

Fue una verdadera fiesta, el cierre soñado de temporada de un grupo de personas que trabajó desde agosto de 2013 para conseguir logro tras logro. UPCN, en la sesión 2013/14 fue cuarto en el Mundial, campeón de las Copas Master y ACLAV, tetracampeón de la Liga Argentina, subcampeón sudamericano, y por esas circunstancias del deporte, tuvo revancha otra vez en el Mundial de Clubes en la misma temporada, y consiguió la primera medalla a nivel clubes para el vóleibol argentino.