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16-04-2019


La versión 2018/2019 de la Liga de Voleibol Argentina, la número 23 en la era actual del torneo desde su refundación en 1996/1997, rompió la hegemonía que Bolívar Vóley y UPCN San Juan Vóley habían construido como protagonistas casi exclusivos de las definiciones de cualquier copa del calendario. Sin embargo, la aparición de Obras como nuevo retador de los más ganadores de la Liga no significó la ausencia de la paridad que domina las finales del certamen en las últimas temporadas.

Hay que remontarse a la Liga 2013/2014 para encontrar una serie final resuelta en partidos corridos, cuando UPCN derrotó en tres encuentros a Lomas Vóley, que en aquel entonces completaba con un subcampeonato su primera participación en la máxima categoría nacional del vóley de clubes. Luego, por cuatro años consecutivos la Liga vivió finales de trama atrapante, en los dos primeros con UPCN sometiendo en quinto partido a Bolívar (14/15 y 15/16), luego con el desquite del Celeste ante su archirrival también en quinto juego (16/17) y finalmente con los Cóndores como campeones de la temporada más reciente, en cuarto partido en 2017/2018.

Esta vez, no sólo quedó definida de antemano la coronación de un nuevo campeón sino también la excepción al gran clásico nacional, ambos datos cortesía del triunfo de Obras sobre UPCN en semifinales. El hecho de que la serie decisiva no fuera un nuevo enfrentamiento entre los dos equipos más ganadores de la Argentina no eliminó la igualdad de la mesa, ya que Obras ganó un partidazo en el segundo acto, un 3-2 lleno de intensidad, para mudar la serie a San Juan con dos partidos confirmados. 

El desempeño de los sanjuaninos, que además se sobrepusieron a la lesión de su capitán Rodrigo Quiroga en el tercer set del segundo encuentro, reafirmó la tendencia de paridad que propone la LVA, una de las competencias nacionales más trascendentes del continente (junto con la Superliga de Brasil) y que sigue el rastro de las principales ligas del planeta vóley, siempre en busca del crecimiento y el desarrollo.

De hecho, en las 10 ediciones anteriores de la Liga, aun con la supremacía de Bolívar y UPCN claramente marcadas, las finales han propuesto un desarrollo atractivo en la amplia mayoría de los casos. Sólo en dos ocasiones en esa decena de temporadas, el trofeo de la LVA fue asignado en partidos corridos, con la consagración de UPCN sobre Buenos Aires Unidos en 2012/2013 como la otra excepción, junto a la ya mencionada entre UPCN y Lomas. Y en esas ocho restantes, equipos como Boca Río Uruguay Seguros y La Unión de Formosa han sabido estar a la altura de los multicampeones, evidenciando el condimento de paridad de nuestra competencia nacional.