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12-11-2019


Javier Vega forma parte una vez más de los jugadores que integran la Liga de Vóleibol Argentina. El opuesto formoseño es una de las piezas claves de la versión 2019-20 de PSM Vóley, con una vasta trayectoria en el país que incluye La Unión de Formosa, UNTREF Vóley y San Martín de su provincia en la A2, así como también la Selección Argentina juvenil y mayor. Ahora, vuelve a la máxima categoría para ser el brazo pesado del verdinegro, como jugador determinante tanto en el tanteador como en la formación de este joven plantel.

- ¿Cómo ha sido tu vuelta a la LVA?
- Estoy muy agradecido a la gente de Puerto por haber confiado en mí. Eso es lo que brinda PSM, la oportunidad a los más experimentados de reinsertarnos otra vez en el máximo nivel, y también sirve de vidriera a los más chicos. Está en nosotros saber aprovechar esta oportunidad que nos dan. Por eso hay que dejar todo y más en cada entrenamiento, para encontrar la mejor versión del equipo.

- ¿Qué te genera ser el capitán?
- Tomar esta responsabilidad genera una mayor predisposición en torno a mis compañeros. Es un gran desafío que ya me tocó asumir en La Unión de Formosa. Más que nada se trata de disfrutarlo y tomarlo como un compromiso que me da el entrenador (Matías Guidolín) para dar el mejor ejemplo a los demás.

- ¿Tu experiencia cómo la podés enfocar en este PSM muy joven?
- Más que nada, centrarla en el sacrificio, en entrenar duro; es la única forma de conseguir los resultados. Quizás no tenemos el potencial de los grandes equipos como Bolívar y UPCN y por eso tenemos que prepararnos como si fuéramos a ganar la LVA. Es muy difícil, quizás nos toque perder la mayoría de los partidos, por la calidad y experiencia de la mayoría de los planteles. Pero por esto, nosotros no nos tenemos que resignar; hay que hacernos fuertes con nuestras virtudes, corregir nuestros errores, para estar lo más cerca posible al nivel que demanda la competición.

- ¿En qué momento de tu carrera te encuentra este presente?
- Tratando de plasmar todo lo que aprendí a lo largo de mi trayectoria. Siempre uno se nutre de conceptos en cada temporada, de cada entrenador que pasa. Hoy por hoy tengo un rol más de demostrar que de aprendizaje. De a poco voy subiendo mi nivel, encontrando mi mejor forma, tratando de ayudar, ya que este equipo necesita de todos, desde el más joven al más experimentado. Es tan importante contagiar esas ganas de seguir esforzándonos, de seguir aprendiendo, para que cada uno crezca en lo individual y, por consiguiente, se verá reflejado en conjunto.

Crédito foto: Milagros Pelussi