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02-04-2020


Con el final de la edición 2019/20 de la Liga de Voleibol Argentina, inconclusa por la pandemia de coronavirus, llega el tiempo de la despedida. Javier Weber, entrenador de Bolívar Vóley, continuará su carrera deportiva en Brasil, como conductor de Taubaté Funvic desde la próxima temporada.

Para remontarse al comienzo de la historia hay que retroceder mucho en el tiempo. Más precisamente, a mayo del 2006. De regreso en el país, con tres años como entrenador y logros en Brasil y Grecia, Weber se preparaba para llevar a cabo su primera práctica en GEVP (Gimnasia Esgrima de Villa del Parque) como entrenador de Bolívar Vóley. Catorce años casi ininterrumpidos (hubo una pausa en la temporada 13/14 cuando el ex armador de la Selección dirigió en Rusia), trece temporadas y un sinfín de títulos ligan a Weber con Bolívar.

El suyo es un ciclo por demás exitoso que consolidó al club como el más ganador del vóley argentino. Bajo su conducción, el Celeste conquistó seis Ligas, un Sudamericano, una Copa Libertadores, cinco Copa ACLAV, dos Copa Master, un Súper 8, un Súper 4 y una Supercopa (último título logrado), y disputó 10 veces la serie final en 13 temporadas. Consiguió además un récord único en la LVA: ser campeón invicto, en la temporada 2006/07, e incluso prolongando dicha racha hasta la edición siguiente del torneo, hasta un total de 57 partidos. A su vez, Bolívar hizo tres apariciones en el Mundial de Clubes: Qatar 2010, Brasil 2016 y Polonia 2017.

Pero su labor no fue solamente estar a cargo del vóley, sino que también fue Director Deportivo del Club Ciudad de Bolívar durante los últimos cinco años. La institución se abrió, consiguió un mayor vínculo con la comunidad y sumó nuevas actividades: Hockey primero y recientemente el fútbol. 

- Se cierra un ciclo, una etapa. No debe haber sido fácil la decisión...
- Súper difícil. Realmente fue una decisión muy compleja, por todo lo que envuelve Bolívar para mí desde todo punto de vista: estructura deportiva, equipo de alto rendimiento, una estructura europea, una franquicia europea puesta en el corazón de la provincia de Buenos Aires. Ser un responsable que fue mucho más allá del equipo de vóley marca una etapa muy importante de mi vida y el sentimiento hacia toda la ciudad, hacia la gente, hacia Marcelo (Tinelli), es un sentimiento que va a quedar grabado en mi corazón de por vida. En un momento muy importante de mi carrera deportiva, me formé, me hice y todo lo hice en este club fantástico. Sólo tengo palabras de agradecimiento. Desde mi lugar, se cierra una etapa y comenzaré otra, en un lugar como Brasil en el que también he pasado grandes momentos de mi vida, como jugador así como también en mis comienzos como entrenador. Necesitaba un desafío nuevo desde lo deportivo, como esta posibilidad de dirigir nuevamente en una de las mejores ligas del mundo.

- El final seguramente no pudo ser como lo hubieses deseado: ganando una nueva liga y despidiéndote de la gente...
- El final no fue el que esperaba claramente. En realidad, no lo esperaba nadie este final. No esperaba que el campeonato se cancelara ni que no pudiera terminar este ciclo jugando una final, estando con la gente, con el público que hace tanto que nos acompaña. Pero claramente es un final necesario; no había otro camino que recorrer que la cancelación del campeonato por todo lo que estamos viviendo, y con mucho sentido común se ha determinado esto. La decisión no es la que nadie esperaba, pero es la que era necesario tomar. A nivel de despedida, obvio no es lo que esperaba, pero no va a faltar oportunidad de despedirme de la gente.

- Trece temporadas al frente de un proyecto no es algo habitual. ¿Qué te llevas y qué significa Bolívar para vos?
- Fueron trece temporadas sumamente exitosas, muy fuertes desde todo punto de vista. Las primeras temporadas tuve la oportunidad de dirigir un excelente equipo y de formar un plantel que va a quedar en la historia, el de William, Wallace, Meana, Spajic, García, Badá, Filardi, Arroyo. Sin duda, un equipo fuera de lo común para lo que era el vóley argentino en ese momento y que marcó un antes y un después. Bolívar fue, es y será la parte más importante de mi vida deportiva, sin dudas. No veo otro camino. Fueron trece años exitosos desde lo deportivo, pero también muy exitosos como proyecto deportivo. El ejemplo de eso claramente es el club, que fue creado y trabajado como un centro deportivo de alto rendimiento y se ha transformado en un club social que alberga muchísima gente, con un polideportivo, y estar al frente del club los últimos cinco años me ha llenado de orgullo y me ha servido a mucho a nivel gestión. Es algo que va a quedar siempre en mi retina. Después, el cariño de la gente, vivir los últimos seis años en Bolívar, me trajo mucho recuerdos, me dio mucha gente y lo voy a llevar por siempre en mi corazón. El sentimiento es recíproco, eso lo sé.

- El club no sólo es el más ganador del vóley argentino, sino también el que más temporadas lleva (18) en la era moderna. ¿Cómo imaginas a Bolívar de acá a 10 años?
- A Bolívar me lo imagino siendo uno de los mejores equipos de la Argentina y siendo un club modelo. Un equipo que a nivel internacional sigue dando sorpresas. Me lo imagino al tope del vóley argentino y sudamericano, como me lo he imaginado desde el primer día que pise Bolívar en el 2006. Es un proyecto increíble, en el cual no veo otro escenario que ese. A lo largo de los años seguirá siendo lo que es, porque tiene un líder de proyecto como Marcelo (Tinelli) que apunta a esto.

- En varias oportunidades destacaste a Tinelli como dirigente deportivo. Viviste junto a él diferentes momentos desde que que se conocieron. ¿Cómo lo definirías?
- Marcelo claramente es el dirigente número uno que tiene el país a nivel deportivo. Una persona con una visión completamente diferente. Siempre un paso adelante. Todo el mundo dice un minuto adelante del resto; yo lo pondría un año delante del resto, siempre. Y es además alguien que me ha abierto las puertas de su casa y me ha entregado el proyecto para que lo manejara. Una persona a la cual yo admiro y respeto, y le tengo un cariño que va a permanecer de por vida. Hablé con él y fui muy sincero en lo que necesitaba hoy, sobre todo desde lo deportivo y en el momento que me toca esta chance. Siempre me abrió las puertas para charlar y lo voy a tener siempre presente, no sólo yo sino toda mi familia. Tengo un cariño especial hacia él como persona y como líder del proyecto. Hay un antes y un después de Marcelo en nuestro deporte, y se lo voy a agradecer de por vida. No hay palabras que alcancen para reconocer lo que ha construido para la comunidad, para nuestro deporte en particular y para el deporte argentino. Desde todo punto de vista: lo deportivo, gestión, trabajo en equipo. Lo único que me queda para él es decirle que soy un agradecido de por vida a lo que me dio en estos años.

- Te propongo un recorrido y definiciones puntuales. ¿El título más festejado?
- El último (contra Obras de San Juan, temporada 2018/19), por todo lo que ha llegado a ser Bolívar como proyecto deportivo, con la gente, y en un partido que estaba casi perdido y se ganó. Es el que más festejé. Uno siempre el que más festeja es el último y el que más recuerda también es el último.

- La mejor temporada...
- La primera, sin dudas. Campeones invictos, sin perder ningún partido y, te repito, marcando la historia del vóley argentino.

- ¿Bolívar?
- Es mi casa. Quiero dejar un gracias inmenso a todo el cuerpo técnico y a "Tuco" (Roberto Galaz) y Cristina (Martínez) con quienes he convivido todos estos años en el club. Cuando uno dice me gustaría volver a mi casa, eso es lo que representa Bolívar para mí.