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21-12-2020


Dicen que la paciencia y la perseverancia son virtudes que no siempre abundan, pero son pilares que marcan el paso de Ignacio D'Agostino por el vóley. De mini al máximo nivel nacional, siempre con la camiseta de Ciudad y con el sueño de llegar a lo más alto en la mira de manera permanente. Ese deseo se hizo realidad durante la Copa RUS Argentina y toma forma de cara a la Liga de Voleibol Argentina que iniciará en enero. 

Los primeros recuerdos y fotos datan de 2011, cuando D'Agostino empezó en minivóley siguiendo los pasos de su hermano Agustín, que también jugaba en el club. De aquel grupo, varios chicos hicieron su camino por las inferiores juntos y otros tantos fueron dejando, pero lo más importante para él son los lazos creados. "Disfrutaba mucho entrenar con un grupo que era muy unido: éramos amigos y eso se notaba en la cancha", cuenta. 

Cuando se le pregunta por los recuerdos que marcaron a fuego su infancia y el paso por las inferiores, no duda:  "En el verano, esperábamos el momento de levantarnos para ir a la pileta y a las canchitas. Después estaban los torneos, que esperábamos todo el año para ir, conocer gente nueva y medirnos con ellos." 

Nacho también recuerda a alguien muy especial en ese recorrido que no sólo significó desarrollarse deportivamente, sino también formarse como persona. "Además de las experiencias y los amigos, siempre me voy a llevar a un gran profesor y entrenador. Cualquiera que haya pasado por las inferiores de Ciudad se lleva al 'Zurdo' (Martín) Vidoni. Es una gran persona, nos formó y nos acompañó en momentos muy felices y muy tristes también", reconoce.

D'Agostino fue parte de un grupo que disputó numerosos torneos, festejó muchas victorias y también afrontó momentos difíciles. En su historial cuenta con varias ediciones en el Torneo Metropolitano, Copa Argentina, muchos Abiertos y cualquier desafío que se pusiera por delante, siempre con la camiseta de su club. Con todo ese bagaje y un innegable amor por la camiseta, Ignacio confiesa que la emoción de enterarse que iba a ser parte del plantel de LVA fue increíble: "Cuando me llamaron para formar parte de este equipo, me sentí muy contento. Desde que somos chiquitos vemos a los jugadores de la Liga entrenar y miramos todos sus partidos. Siempre aspiramos a llegar ahí algún día."

Finalmente, ese día llegó, producto del esfuerzo y dedicación del punta receptor, que logró formar parte del plantel y también de la nómina para afrontar la Copa RUS Argentina en Mar del Plata, en la que tuvo su debut ante Defensores de Banfield. A pesar de que los resultados no fueron los esperados, Nacho hizo su balance de un torneo muy especial a nivel personal: "Fue muy lindo poder compartir un primer viaje con un gran grupo que, más allá de los resultados, sigue entrenando para dar lo mejor en cada partido."

El jugador de Vicente López no puede evitar mencionar a sus compañeros porque sabe que dentro del proyecto de Ciudad Vóley hay otros jugadores con un proceso similar al suyo, que transitaron y compartieron muchos años de inferiores para llegar finalmente a esta oportunidad. Al respecto, mencionó: "Estoy feliz de poder formar parte de un grupo excelente que se conoce mucho entre sí y donde la mayoría vienen jugando juntos desde más chicos."

La primera meta y el sueño de llegar al máximo nivel con Ciudad están cumplidos, pero Nacho no se conforma y apunta a lo que viene: "Quiero mejorar como jugador para poder seguir formando parte de los equipos en la Liga". La próxima parada del sueño será justamente en la LVA, que tendrá su primera etapa de competencia en enero. El equipo entrenará lunes y martes, luego tendrá algunos días de descanso para disfrutar de las fiestas, y continuará trabajando intensamente desde el 27 de diciembre para la competencia venidera.