La atmósfera fue de plena alegría el miércoles por la noche tras el final del segundo encuentro de cuartos de final entre Boca Río Uruguay Seguros y Gigantes del Sur en Almirante Brown. El Xeneize cerró su participación como local con dos victorias fundamentales y ya pone el foco en su viaje a Neuquén, en donde de conseguir otro triunfo, se clasificará a las semifinales.

Fueron dos jornadas intensas para la afición boquense, que el lunes pudo disfrutar de una gran exhibición de juego y festejar el triunfo por 3-0. En el primer encuentro de los Play Off, los dirigidos por Marcelo Gigante mostraron un desempeño colectivo de alto nivel y dominaron de punta a punta el partido, con actuaciones destacadas de Renato Adornelas y Maximiliano Chirivino.

Sin embargo, el miércoles el trámite tuvo otro desarrollo y, ante un Gigantes más ordenado, Boca tuvo que revertir el 0-1 parcial y apelar al sacrificio en defensa para generar volumen y quedarse con el triunfo. Una de las cuestiones a destacar fue la actitud del equipo para luchar hasta el final en un quiebre anímico que se dio en el tercer set tras remontar un 20-24 que parecía definitivo. En ese momento, apareció la mejor versión del combinado azul y oro, que de la mano de Pablo Guzmán avasalló a su rival y consiguió el combustible para quedarse con ese parcial y el encuentro.

A pesar de la euforia, el plantel tiene claro que aún resta una difícil parada en el Ruca Ché de Neuquén para conseguir el pasaje a semifinales. Con la serie 2-0, el Xeneize necesita de una victoria para meterse en la próxima etapa y tendrá la primera oportunidad de conseguirla el próximo domingo.

Con ese propósito en mente, el equipo tendrá un breve descanso y luego volverá a entrenarse para emprender viaje a la Patagonia el viernes por la noche. Una vez allí, tendrá la difícil tarea de vencer en su casa al equipo de Camilo Soto que continúa creciendo en nivel, sobre todo a partir de las figuras de Guillermo García y Rodrigo Villalba.