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25-08-2014


Es el hombre más buscado en las primeras semanas de entrenamiento. ¿Sebastián Firpo?, ¿Diego Bonini? No, el más solicitado es Fernando Danani, el Preparador Físico del plantel, al que los jugadores acuden para avanzar en la fase inicial.

Atento a cada detalle, “El Tano” es el principal responsable del excelente estado físico que mostró el plantel en la última Liga Argentina. Y los jugadores lo saben, por lo que más allá de algunas bromas y simpáticas quejas, siguen al pie de la letra cada uno de los ejercicios.

Con rutinas específicas para cada jugador volcadas a planillas semanales, las evaluaciones físicas y las cargas se multiplican en el Centro de Alto Rendimiento de Lomas de Zamora. Siempre a un costado de los jugadores está Danani, para brindar algún consejo o marcar una mejor forma de realizar los ejercicios de cara a lograr una óptima forma física.

¿En qué etapa de pretemporada está Lomas Vóley?
Estamos cumpliendo el primer mesociclo de la preparación general. Es una etapa de cuatro semanas y recién después pasamos a una preparación específica con mucho más juego y amistosos. Esta es la etapa en la que uno le da a la parte atlética, forma atletas para que después puedan hacer bien la parte específica del vóley.

¿Cómo encontrás al plantel en el inicio de una nueva temporada?
Los muchachos están muy bien, a diferencia del año pasado casi todos estuvieron haciendo un trabajo con nosotros o en algún otro club o selección. Eso nos permite arrancar con una pretemporada exigente. El grupo enfrenta el laburo de la mejor forma, estamos muy bien.

Para que cada jugador entienda que estos trabajos le servirán en el futuro es clave también hablar mucho con ellos, ¿no?
Si, este es el momento ideal para que se forme el espíritu de grupo. Es mucho el esfuerzo que hay que hacer y se tienen que apoyar entre todos. En cada partido y ante cada rival hay que recordar el esfuerzo que se hizo en grupo en este período y siempre pensar que es un esfuerzo personal pero colectivo, por el bien de todos.

Dada la intensidad de los trabajos, ¿por momentos te convertís en el hombre más “odiado” de Lomas?
Se podría decir que sí. Se sabe que en esta etapa de tanto trabajo físico los descuentos me los piden a mí. Arrancamos muy bien los lunes, el miércoles ya te piden un poquito menos y el viernes ya salen con otra. Pero el grupo sabe que pide el descuento pero el esfuerzo lo van a hacer igual. Trabajamos todos en equipo por el bien de Lomas.

¿Qué balance hacés de la temporada anterior?
La realidad es que quedamos más que conformes en todos los aspectos. Tenemos la varilla muy alta porque el equipo cumplió con las expectativas. El plantel se preparó mucho, hubo una Liga donde estaba UPCN que marcaba el camino con una clara diferencia. Pero no estuvimos tan lejos con todo el esfuerzo que hicimos. Nos llenó de orgullo jugar la final. Ahora pensamos para adelante y vamos por más, los jugadores lo saben y por eso la preparación está siendo igual o un poco más exigente que el año pasado. Tenemos instalaciones de primer nivel y elementos para trabajar más tiempo y con mejor calidad.

Antes de llegar a Lomas te habías tomado un tiempo prolongado en el que no estuviste ligado al vóley después de muchísimos años. ¿Ahora renovaste expectativas?
Cuando uno pasa muchos años haciendo el mismo trabajo, más allá de que te guste, es muy bueno hacer un parate. A mí me pasó eso. El año pasado volví con muchas expectativas y ganas. Este año terminó la Liga y justamente viendo lo bien que me había hecho no toqué nada referente al vóley más allá de las relaciones humanas. La verdad es que estoy con muchas ganas e intentando regularme para no motivar de más a los jugadores. Será un año largo y duro, pero estoy muy metido en este proyecto y creo en cada uno de sus integrantes.