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25-10-2015


El plantel de UPCN San Juan Voley arribó este domingo sobre el mediodía a Brasil, para encarar su tercera incursión en el Campeonato Mundial de Clubes Betim 2015, un hecho histórico para el vóleibol argentino. UPCN fue el último equipo extanjero en llegar a la sede mundialista, pues lo hizo unas horas después que Capitanes de Arecibo (Puerto Rico), mientras el viernes se instalaron Al Ahly (Egipto) y Paykan (Irán); y ayer lo hizo Zenit Kazan (Rusia). El otro club es el organizador, Sada Cruzeiro (Brasil).

Tras un vuelo atravesado por algunas turbulencias, el equipo sanjuanino llegó sin problemas al aeropuerto de Belo Horizonte. Inmediatamente después se desplazó al hotel ubicado en la Avenida Do Contorno, en el que están alojados los equipos que participarán del Mundial, que comenzará el martes en el estadio Divino Braga, de Betim.

El ánimo del plantel es excelente, pese al cansancio pues el desplazamiento del hotel en Buenos Aires a Aeroparque fue de madrugada: a las 3.30. El equipo almorzó en el coqueto restorán del hotel y la lasagna de pechuga de pavo fue uno de los platos más elegidos por jugadores y cuerpo técnico.

El DT Fabián Armoa les dio tarde libre a los jugadores y la mayor parte del plantel tiene previsto desplazarse a un shopping que en Belo Horizonte se caracteriza por vender zapatillas de todas las marcas.

Por otro lado, el manager del equipo Enrique Valle gestiona que UPCN pueda realizar su primer entrenamiento en Brasil este lunes y en primer turno. La opción más viable es cambiar ese turno con los egipcios, pues a UPCN le asignaron práctica por la tarde. El inconveniente es que a las 18 de mañana tiene previsto disputar un amistoso ante Minas Tenis Clube, por lo que ese horario de práctica no le es útil al pentacampeón argentino.

El amistoso, en tanto, le permitirá al DT jugar por primera vez con todo el equipo, pues en los ensayos ante PSM Voley, en San Juan, no estaban los búlgaros Nikolay Uchikov y Todor Aleksiev. El encuentro se llevará a cabo en el Arena Minas Tenis Clube y el anfitrión dispuso como entrada un alimento no perecedero, para donar luego a una institución.